jueves, 17 de mayo de 2012

Qué caro es el tiempo.

Y aquí estamos. Tan solo un día antes del final, donde comienza el principio. El principio de una vida. De nuestra propia vida. El principio de nosotros mismos. En realidad nunca me vi escribiendo estas líneas. Nunca aprecié con claridad este futuro inmediato hasta que se hubo convertido ya en presente. Porque hoy estamos aquí, después de casi 18 años de nuestras vidas. Después de casi 18 años en el mundo. Y 18 años se dicen muy deprisa. Hay un dicho que dice que no se sabe lo que se tiene hasta que se pierde, y que no apreciamos el valor de los momentos hasta que ya se han convertido en recuerdos. Y es verdad... Pero ¿quién les diría hoy a esos niños pequeños jugando en el parque que valoren la libertad que se siente al tirarse por el tobogán? ¿Quién les diría que pidan fuerte el deseo de su cumpleaños al soplar las velas de los 5 años porque nunca más los van a volver a disfrutar? ¿Y quién les diría que dentro de unos años se iban a convertir en lo que ahora somos cuando nos miramos a un espejo? No... No podríamos. La vida resulta tan hermosa y emocionante por eso. La sensación que produce saber que quizás mañana no podamos estar aquí nos hace vivir con más intensidad. Y el echo de que el tiempo corra en nuestra contra nos hace más fuertes para intentar alcanzarlo. Aunque nunca logremos ganar contra un enemigo tan poderoso. 
Siempre intentamos planificar el futuro. Controlarlo. Ahora mismo estamos haciéndolo.O intentándolo. Tenemos la necesidad de conocerlo. Nos obsesiona lo que no podemos tener y lo que desconocemos sin a veces darnos cuenta de que corremos en un carrera contra una liebre, y nosotros somos la tortuga.   

domingo, 6 de mayo de 2012

A jazmín, mi niña huele a jazmín





Se que no soy la mejor hija que podrías tener. Podría mejorar en muchos aspectos. Se que no somos lo que se dice "tal para cual", que tenemos nuestros mas y nuestros menos. Que discutimos, nos enfadamos, reñimos, pero cero segundos nos reconciliamos. Porque es así. Porque tú eres así. Y yo estoy echa de ti. Del olor de tu café recién echos por las mañanas y de tus buenos días cariño. De tus beses de por las noches. De tus litros y litros de perfume. De tu olor a crema cuando te acuestas. De tus sueños con juicios cuando te levantas. De tu ropa, de tus uñas, de tu pelo. De querer tener siempre la razón, y echar la culpa de algo a terceros. De ti. De tu buen corazón. Y no habría escogido a ninguna otra para estarlo, solo tú tienes la capacidad de soportarme, de consolarme, de apoyarme... De quererme más que nadie. Feliz día mamá. Aunque te mereces todos los días del calendario. 

miércoles, 2 de mayo de 2012

Me busco en la memoria el rincón donde perdí la razón

Y me gusta el rock, el maldito rock. Siempre me lleva al diablo, no tengo religión...


Tú a las tuyas, yo a las mías. Rapeando sucio, vistiendo con elegancia. 
Botellas llenas y sonrisas vacías: falsos abrazos, colegas de conveniencia.
Carisma es cosa de pocos. Confianza plena.
Dios ten piedad, solo somos porcelana.

Son tiempos de decepción y mentira... Sal y respira. Hay todo un mundo ahí fuera. 
A día de hoy también los grandes descarrilan rehenes de una cuenta atrás que grita acelera, acelera...







Se cree tímida pero no sabe -ni quiere- estarse quieta.
Es que teme ser libre, pero no admite ataduras.
Salvo algunas noches, cuando su espalda vuelve a ser montura y me ofrece el animal mas bello del planeta.

2 de mayo.

Y brindo por ellos. Por todos los inconformistas que lucharon por lo que creían correcto. Por todos los llamados rebeldes que un día murieron por defender nuestros hoy derechos, nuestro privilegios. Que no callaron su voz al escuchar otras más poderosas, si no que alzaron con mayor fuerza la suya. Que no dudaron en enfrentarse contra sables y espadas con míseros palos y cuchillos caseros. Por ellos. Por vosotros. Por nosotros. Porque hacer cosas cambia las cosas, y no hacer nada deja las cosas exactamente como estaban. Y es cierto que una persona es demasiado pequeña para cambiar algo tan grande, pero ¿qué sentido tendría la vida sin algo que nos mostrara un desafío? Cambiar significa avanzar y os aseguro que podemos. Juntos podemos. 
Y así sin pensarlo se nos fue abril, y así sin pensarlo, tampoco fue para tanto...

¿Arriesgar y ganar?

Y aquí estamos. De nuevo. Como siempre. Como de costumbre. En el mismo mes pero distinto año. Con la misma piedra en el camino, pero otro aspecto. Con las mismas dudas, los mismos clavos, la misma cruz, pero con errores aprendidos. Porque es verdad. Nos conocemos. Sabemos lo que decir y cuando debemos decirlo. Sabemos soportarnos, llevamos bastante tiempo en ello. Y si esa piedrecita vuelve persiguiéndome siempre cada vez que intento dar un paso y dejarla atrás es por algo, porque al fin y al cabo todo ocurre por algo, y en este momento quiero conocer ese algo. Aunque pase lo mismo, aunque me caiga (otra vez), aunque duela... Porque está claro que lo que tenga que ser será, y así es como hay que plantearse la vida. En ocasiones la decisión mas acertada es dejar a un lado la razón y la experiencia, y dejarte llevar.