lunes, 24 de noviembre de 2014

Los sueños se mezclan con la realidad como el whisky con la cola. 
¿Acabaremos vomitando? 
Yo ya tengo nauseas...

miércoles, 19 de marzo de 2014

Ya no me creo que la queimada sea una ‘poción mágica’ que derrota a las brujas,  pero siempre disfrutaré viéndote en tu salsa como ‘El Rey de la casa’. Tampoco cuela eso de "no pasa nada cari, son cosas de mayores que no entiendes" porque, aunque sea muy a mi pesar,  ya soy mayor. Y que decir ya de "en esta casa hay democracia, pero se hace lo que digo yo".
Ya aprendí (por las malas) que para cortarme el pelo, mejor la peluquera; que la ropa de la escalera hay que recogerla antes de que llegues a casa; que la música en vinilo no es ni parecida al mp3; que la muerte de JL fue una conspiración de la CIA, y estoy segura que algún escribiré algún libro con todas tus teorías. Pero todavía estoy en proceso de aprender que el interruptor de la luz también sirve para apagar, que la cremallera del bolso es para cerrarlo, que el único pinta uñas que debe llevar una mujer es el rojo, o que los teléfonos móviles no son de uso exclusivo un año. Tú, por tu parte, después de tantos años todavía no acabas de entender que de estar en la playa no me canso nunca, que ir de compras en nuestra casa no es opcional, si no obligatorio, que en ausencia de un café y una ducha por las mañanas el silencio absoluto es una necesidad y que nunca, nunca, va a ser buena idea llevarle la contraria a las tres mujeres de la casa.
Si me preguntan, lo negaré hasta la saciedad, pero hay que reconocerte que a veces tienes tu gracia (chites malos incluidos), eso sí, está claro que la gracia se hereda (y que se mejora con la generación). Y no es lo único que se hereda, porque no tengo ninguna duda de donde me viene el alma budista, la buena música y mi indiscutible lado friki, porque no fue precisamente mamá la que me volvió fan de Star Wars. Tengo que reconocer que siempre seré una versión femenina de ti, con la excepción de mente cuadriculada y ordenada (que confirma la regla). No somos persona hasta después de una hora despiertos, y que nadie nos lleve la contraria cuando tenemos hambre, porque somos como niños pequeños que muerden. No nos acordamos de fechas importantes, lugares ni cumpleaños, pero es solo porque reservamos nuestro disco duro para detalles importantes (como la muerte de John Lennon). Podemos alimentarnos de cualquier cosa con una buena salsa añadida (las mas raras), y somos capaces de mezclar de todo para descubrir sabores nuevos. Se que siempre estás ahí para desearme suerte (que la fuerza te acompañe en nuestro idioma) o para preocuparte por cuanto tiempo invierto en la carretera o cuando llego a casa. Pero también se que siempre estarás a mi lado para seguir haciéndolo. Para evadirnos con el incienso y los Beatles en el sofá, ver cada viernes una peli rara o Wicker Park, y para perdernos en alguna tienda de discos del mundo.
Y es por eso. Por todo lo aprendido, por todo lo vivido, por todas las rutinas que dejan de serlo cuando me río con tigo, por lo que te doy las gracias y te felicito en tu día, aunque te mereces todos los días del calendario.
Felicidades papá. te quiero mucho

miércoles, 12 de marzo de 2014

Nosotros somos dos, y todos tienen celos

Sin querer, me dio por pensar en por qué hay diferentes idiomas, si nuestras lenguas quieren decir lo mismo. En por qué se alzan monumentos para recordar si lo que de verdad es importante, permanece en la memoria. En por qué no llegan botellas de náufragos a la costa si todos soñamos imposibles. En por qué no tenemos el mismo corazón si latimos al mismo tiempo. En por qué la vida te ayuda más cuanto más capullo eres. En por qué el Sol se oculta por el Oeste si al Norte viven mis problemas, en mi cabeza. En por qué se puede guardar un mundo en una canción cuando la gente no logra recorrerlo entero en una embarcación. En por qué puedes desnudar un cuerpo con la mirada si nunca has llegado a tocarlo. En por qué Sabina dice que ''Las niñas ya no quieren ser princesas'' si  todo el mundo se cree una. En por qué
 sigo notando tus brazos todavía cuando te vas.



viernes, 7 de marzo de 2014

Si es cuestión de confesar...

Si es cuestión de confesar, no se preparar café, y no entiendo de fútbol. Creo que alguna vez fui infiel, juego mal hasta al parchís, y jamás uso reloj, y para ser más franca nadie piensa en ti como lo hago yo. Si es cuestión de confesar, nunca me duermo antes de las diez, ni me baño los domingos. La verdad es que también lloro una vez al mes, sobre todo cuando hay frío. Con migo nada es fácil, pero ya lo debes de saber, me conoces bien... (y sin ti todo es tan aburrido).
Siempre supe que es mejor, cuando hay que hablar de dos, empezar por uno mismo. Ya sabrás la situación, aquí no todo va a mejor, pero al menos aún respiro. No tienes que decirlo, no vas a volver, te conozco bien... (ya buscaré que hacer con migo).
Porque el cielo está cansado de ver la lluvia caer, y cada día que pasa es uno más, parecido a ayer. No encuentro forma alguna de olvidarte porque... seguir queriéndote es inevitable.

jueves, 20 de febrero de 2014

S

En el casino de la vida la suerte no vale nada. El destino es el crupier y la baraja esta marcada. El rey perdió su reino, su corona está oxidada. La reina de corazones nunca ha estado enamorada... Por eso yo en este SÁLVESE QUIEN PUEDA, prefiero las verdades con espinas que las mentiras con seda. El amor, la amistad, las caricias que se enredan... Cosas que no podrán comprar jamás con 30 monedas. 

lunes, 10 de febrero de 2014

Putada es cuando se te va de las manos y no puedes dejar de pensar en alguien. 

jueves, 6 de febrero de 2014

Loreto Sesma

"Hay cosas que son muy difíciles de cambiar. Amistades que aunque se disipan siguen presentes. Amores que matan por eso de que el amor cuando no muere mata, y que amores que matan nunca mueren. Personas que han muerto, y sin embargo su recuerdo está más vivo que nunca. Existen también sonrisas de melancolía, y lagrimas de felicidad. Por eso no entiendo porque siempre lo relacionamos con lo contrario. 
He mentido para no hacer daño y fui sincera para herir en lo más hondo del que me había bombardeado.  Muchos han dudado de que fuese capaz de hacer algunas cosas, y yo he brindado por ellos mientras estaba en la cima y les he mandado un beso cargado de reproches, porque también he sido un Judas Iscariote.  He sido creyente, y he dudado de dios y su mandato. No supe que era el amor hasta que leí a Benedetti. La primera vez que probé esta droga fue leyendo a uno de los grandes, y desde entonces necesito dosis diaria de besos de Neruda, sentimientos de Bécquer y dosis de realidad de Escandar. Y no te voy a mentir. Cada día necesito respirar más cada vocablo. Sentir en mis venas fluir la poesía y llegar a los más alto, aunque no se a donde, en una especie de éxtasis en forma de métrica. Y es así como me he dado cuenta de que la vida es una lucha y de que no se luchar, pero todavía me mantengo en pie, no sé por qué. Y que respirar a veces puede ahogarte. Y por eso  odio profundamente las despedidas. Porque llevan un mensaje subliminal que grita que puede no haber mañana. Porque de todos los vocablos que me llevan al cielo, el único que me da miedo, es adiós."