If today was your last day, and tomorrow was to late...

Yo tengo una norma: La ley del ladrón. Básicamente dice que si tú y yo quedamos para robar 30 millones de €, nos sale mal y vamos 30 años a la cárcel, te quiero igual de contento que si nos vamos a Brasil. Creo que hay que reír cuando perder está incluido en el paquete.

De todas formas he perdido tantas veces que estoy bastante más acostumbrado que a ganar. Ganar lo llevo peor y no posee el punto heroico de la pérdida. Cuando ganas aparece algo que puedes perder y esa sensación es capaz de acabar con las mentes más fuertes. He visto gente deshacerse en trocitos, incapaz de aceptar que tiene algo que no quiere perder y atormentarse y obsesionarse pensando qué cara pondrán en ese momento. El momento donde todos vean que ha perdido.

Que dicen que la sangre altera

Y mientras mi ipod se burla de mí, suena en aleatorio contando primaveras, y ¿de quién podré acordarme si no de mi idiota con gafis favorita? Pues si, ya sabes, pito pito gorgorito, y tiro porque me toca, y te ha tocado (lo siento, serás la víctima de mi vena sensible de hoy). Porque nos separaremos, y sé que lo más probable es que no nos vallamos a ver más, o en muy contadas ocasiones, en las que ambas ya habremos cambiado tanto, que ni si quiera nos reconoceremos a nosotras mismas cuando al encontrarnos en un futuro por casualidad giremos juntas la cabeza hacia el pasado. Hacia ese pasado de las clases de mate (rallazos incluidos), a esos "si lees esto, me debes un chupito", a esas idas de holla paranoicas en las que somos marionetas "sims" sin saber aún quién mueve nuestros hilos,  a esos:

"- te apuesto lo que quieras a que...

+ Venga chula, un chupito"

o a tus míticos "ten amigas pa´esto". Y quién sabe que nos deparará el futuro cuando nos encontremos ese día movidas por el azar. Quizás nis quiera nos reconozcamos al cruzar porque tu lleves un vestido sin la necesidad  de unos pantalones, o yo unas rastas hippies y un peta en la mano...

England 2011

(Playa de Broadstairs) 

Hola chata, ¿cómo estas?

¿Recuerdas aquella noche en la cabaña de turno? Las risas que nos hacíamos antes todos juntos... Hoy no queda casi nadie de los de antes, y los que hay... han cambiado.

Cabaña de Lucía

(Un día cualquiera de calentaos de la primavera de 2010)

Porque la mejor edad de la vida, es estar vivo.

Me gustan los pequeños detalles de la vida. Ver salir el sol, que me empape una tormenta cuando estoy en la calle. El olor de la comida mientras se cocina y el café recién hecho. Que te despierten con un beso. Las miradas que hablan, las miradas que callan, las miradas en silencio. Encontrarte en la calle con amigos que no veías desde hace tiempo. Mirar las estrellas y la inmensidad del cielo sin decir ni una sola palabra. Leer un buen libro. Oler un lirio. Caminar descalza sobre el césped. Saborear un helado. Saborear tus besos. Enlazar manos con una increíble facilidad. Lágrimas de alegría. Saltos de júbilo. Gritos de triunfo. Pequeños detalles que hacen que la vida sea mejor, aún mejor.

Fauna, Madrid

(Viaje de estudios 2010)



- Hoy hay luna llena. ¿Te has dado cuenta de lo grande que es la luna cuando sale y lo pequeña que es cuando está en lo alto del cielo?
- Eso depende de tu perspectiva. En realidad no importa donde esté el cielo o donde estes tú en el mundo, si levantas la mano y cierras un ojo nunca es más grande que tu pulgar.

¿Vives o sobrevives?

Hasta que choquemos irremediablemente atraídos el uno por el otro,y lo oigamos todo estallar en pedazos,y que nos de igual. Hasta que hagamos luz, pura magía con sólo tocarnos.Incluso,hasta que se apague el puto mundo y lo único que se mantenga en pie seamos nosotros y mis ganas de perderme en tí. Hasta que brilles como sólo tu sabes hacerlo cuando te hago reír,cuando me haces temblar hasta que no sé que pasa conmigo,cuando te conviertes en mi sol y yo ya no tenga cojones de estar sin tí. Hasta ese momento, seguiremos así.

Dos vidas hacen falta para convencerme.

Despídete rápido al irte, y nunca olvides
que te saqué arcoiris de mis días grises,
como duele saber que nunca te tendré cortandome el final
cada vez que rozo tu piel,
que volveré a lo mas hondo otra vez,
que aunque tenga cien billetes se me escapa el tren.
Como duele saber que siempre me has tenido,
que tu eres mi destino y yo te inspiro olvido,
de pronto tus orgasmos sonarán en otro cuarto y serán el eco del silencio que siempre ha gritado.

No te comas la cabeza, COMÁMONOS EL MUNDO.

La ciudad no es el mejor lugar para encontrarse, pero aprendí a llorar con clase y ya sólo me preocupa que recorriendo tu nuca añore el macabro desfase de cuando creo que no voy a tenerte nunca y pierdo el control en las calles más hijas de puta.

Me enamoro de la inestabilidad, y a la primera cita, me despido

Tengo miedo al vacío absoluto y al desamor sin cura, al descontrol cuando me culpo sin tener ninguna culpa; a sentir en un puto minuto lo que otros en una vida entera, a ser frágil, diminuta y legal en un espacio sin fronteras.

Dentro de cien años todos calvos, bajo tierra ¿va?

Cuando la bestia racista siente rabia y muerte,

cuando la fobia se contagia y hierve acusándote de no ser igual,

cuando en un mundo global

el buscar comida en otra tierra te convierte en ilegal.

Zatu

no es mi estilo, no es mi estilo, no es mi estilo,
joder estoy rallado como un disco,
si ves que hablo demasiado dame un pellizco,
o pásame esa manzana roja que le de un mordisco,
que pasa ¿Dios va a echarme del paraíso?
Yo tengo el paraíso en mi piso y solo mi abuela puede echarme,
si un día me cago encime dime quien vendrá a limpiarme.
o promete amarme hasta que la muerte venga a llevarme.

Hay que volar libre

Quisiera que mi voz fuera tan fuerte, que a veces retumbara en las montañas, y escucharais las mentes social adormecidas, las palabras de amor de mi garganta. De pequeño me impusieron la costumbre. Me educaron para hombre adinerado. Pero ahora prefiero ser un indio, que un importante abogado.