La verdad es dolorosa. En el fondo no queremos conocerla. Sobre todo cuando sabemos que nos afectará. A veces decimos la verdad porque es lo único que podemos ofrecer, o porque necesitamos decirla en voz alta para poder oírla. Otras veces la contamos porque no podemos aguantarnos y otras porque a alguien le debemos al menos eso.
martes, 15 de enero de 2013
La droga más adictiva, siempre fue engañarse.
La verdad es dura. La verdad es incómoda y a menudo la verdad duele. La gente dice que quiere saber la verdad pero, ¿es cierto?
La verdad es dolorosa. En el fondo no queremos conocerla. Sobre todo cuando sabemos que nos afectará. A veces decimos la verdad porque es lo único que podemos ofrecer, o porque necesitamos decirla en voz alta para poder oírla. Otras veces la contamos porque no podemos aguantarnos y otras porque a alguien le debemos al menos eso.
La verdad es dolorosa. En el fondo no queremos conocerla. Sobre todo cuando sabemos que nos afectará. A veces decimos la verdad porque es lo único que podemos ofrecer, o porque necesitamos decirla en voz alta para poder oírla. Otras veces la contamos porque no podemos aguantarnos y otras porque a alguien le debemos al menos eso.
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