La vida entera es un viaje, no una carrera,
yo disfruto del paisaje mientras quede carretera.
Aún creo en un Dios, pero creo a mi manera,
vive dentro de los míos y no en cruces de madera.
Habito en este mundo que siempre sea financiera
donde la vida vale lo que pesa la cartera,
el rico y el político se inventan las barreras
pero yo soy como el sol que no entiende de fronteras.
Estoy sentado en un peldaño de escalera
viendo como huyen los años que guardaba en la guantera.
En esta era,
la depresión es triste compañera
y la televisión el opio de la población obrera
y será que todo tiene un precio en esta esfera
donde el hombre mata al hombre en nombre de una bandera.
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